La agricultura orgánica es una estrategia de desarrollo que trata de cambiar algunas de las limitaciones encontradas en la producción convencional, se fundamenta no solo en la mejora del suelo y un fomento al uso de insumos locales, sino también un mayor valor agregado a los productos finales.
Aspectos con los que un sistema de producción debe contar:
Mejorar la diversidad biológica del sistema
Aumentar la actividad biológica del suelo
Mantener la fertilidad del suelo al largo plazo
Reciclar desechos de origen animal o vegetal para devolver los nutrientes al sistema, minimizando el uso de fuentes no renovables.
Contar con recursos renovables en sistemas agrícolas localmente organizados.
Promover el uso saludable del agua, el suelo y el aire, así como minimizar todas las formas de contaminación que pueden resultar de la producción agrícola.
Manejar los productos agrícolas en su procesamiento con el cuidado de no perder la integridad orgánica en el proceso.
Establecer en fincas después de un periodo de conversión cuya duración estará determinada por factores específicos de cada sitio, tales como el historial del terreno y el tipo de cultivos y ganado producido.